02 agosto 2006

Lanza Evo Morales revolución agraria en Bolivia

La Habana, (AIN) El jefe de Estado boliviano, Evo Morales, anunció hoy aquí una revolución agraria y emplazó a los partidos tradicionales a dejar de obstaculizar las reformas legales impulsadas por su gobierno para redistribuir la tierra.
Según un reporte de PL, el mandatario fijó los lineamientos de la nueva política del agro en un discurso pronunciado en este histórico pueblo de los Andes del centro del país, donde hace exactamente 53 años se decretó la reforma agraria en el marco de una revolución nacionalista.
Morales dijo que aquella medida no fue regalo de nadie, sino conquista de los campesinos en armas y lamentó que la reforma se hubiera diluído en la entrega de parcelas y el minifundio, así como que permitiera el resurgimiento del latifundismo.
Señaló que los partidos tradicionales obstaculizan las reformas a la ley agraria planteadas por el gobierno, para una ágil y efectiva redistribución de la tierra, porque no quieren que el Estado recupere tierras ociosas para entregarlas a campesinos pobres.
Advirtió que hay organizaciones campesinas e indígenas que plantean que el Parlamento debiera cerrarse de no aprobar los cambios, y apuntó que aunque no comparte ese criterio, el Congreso debe responder a las exigencias del pueblo.
Entre las reformas pendientes de aprobación parlamentaria destacan procedimientos expeditivos para expropiar tierras por razones de utilidad pública o revertir al Estado las que no cumplan una función económica y social.
Al exaltar la importancia de la revolución agraria, Morales dijo que es indispensable para resolver el problema del campesino y el indígena, sin lo cual no se podrá alcanzar el desarrollo nacional
El presidente, que entregó más de dos mil títulos de propiedad de parcelas a campesinos, señaló que la nueva política dará tierra a quien carece de ella y reconocerá a la mujer como propietaria, pues hasta hoy los títulos solo se concedían a los hombres.
Como segundo componente de la revolución agraria destacó la mecanización, iniciada hoy con la entrega de los primeros tractores como una forma de subvencionar el agro mediante su modernización.
El mandatario señaló que hasta ahora la subvención estatal era privilegio de los latifundistas y dijo que "ahora hay que voltear la tortilla" en apoyo a los campesinos e indígenas.
Otro lineamiento de la nueva política, indicó, es el tema del mercado, en el cual el gobierno busca colocar en términos justos la producción de las empresas agrarias, incluyendo las pequeñas y las asociativas campesinas.
Morales ratificó su rechazo a la firma de un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos y señaló que ese esquema favorece a las transnacionales y elimina al pequeño productor y las empresas asociativas.
Como alternativa, defendió su propuesta del Tratado del Comercio de los Pueblos, que además de ser apoyado por Cuba y Venezuela gana una creciente simpatía internacional. En ese contexto destacó la disposición de la Unión Europea a negociar acuerdos distintos al TLC.
Otro componente de la revolución agraria es la industrialización del campo, tema en el cual señaló que en Bolivia hay cinco plantas de productos lácteos que deberían estar en manos de los productores y no de empresarios privados.
Tras destacar el apoyo de Cuba y Venezuela a la industrialización de productos como la hoja de coca y la quinua (grano andino), anunció que el Estado dotará de maquinaria a las asociaciones de productores de leche y apoyará también el procesamiento de fruta.
Complementariamente, anunció tres decretos para garantizar el acceso de los campesinos al agua y anunció una ley para ímpedir que los servicios relacionados con el vital líquido sean privatizados, ya sea en áreas urbanas o rurales.